​La función del revestimiento exterior es la de proteger el cerramiento de los agentes climáticos y ambientales; así como evitar la entrada de agua del exterior. El revestimiento se dispone sobre una hoja principal, que sirve de soporte al resto de los componentes de la fachada. La hoja principal suele estar constituida por fábricas cerámicas de ladrillo macizo o perforado.

Los tipos de revestimientos exteriores pueden ser:

Revestimiento continuo: enfoscados de mortero de cemento, cal, resinas sintéticas, etc.

El material de revestimiento debe tener una buena adherencia al soporte, suficiente permeabilidad al vapor para evitar su deterioro; adaptación a los movimientos del soporte y buen comportamiento frente a la fisuración.

En relación al uso de revestimientos continuos monocapa hay que tener en cuenta las condiciones ambientales. El revestimiento monocapa responde bien en las zonas de fachada sometidas alternativamente a sol y lluvia. En cambio, no es aconsejable en zonas de fachada donde simultáneamente se den condiciones de permanente humedad, poca ventilación y estén sometidas de manera frecuente a condiciones climáticas adversas, como por ejemplo, heladas. Para limitar el paso del agua en la fachada los enfoscados deben tener aditivos hidrofugantes.

Los sistemas de revoco sobre aislante por el exterior presentan la ventaja de poder disponer el aislante por el exterior y con ello reducir los puentes térmicos.

Revestimiento de piezas: aplacado pétreo, cerámico, planchas metálicas, de fibrocemento, etc.

El revestimiento debe presentar suficiente resistencia a los agentes atmosféricos (lluvia, radiación solar, helada, etc.) y a las acciones mecánicas a las que va a estar sometido (viento, impacto, etc.).

El sistema de colocación puede ser por adherencia directamente al soporte o por fijación mecánica con anclajes. La elección del sistema dependerá del tipo de material y del tamaño y peso de la pieza. Por ello, es conveniente consultar la información sobre colocación del fabricante. En general, para utilizar el sistema adherido, las piezas no deben ser de gran tamaño o peso.

El sistema de anclajes mecánicos ofrece mayor seguridad y estabilidad, y la posibilidad de utilizar piezas de gran formato o peso, aunque su coste económico es mayor. Este sistema permite realizar fachadas ventiladas.

En el caso de fachadas de fábrica sin revestimiento exterior, la fábrica debe cumplir las condiciones adicionales para su exposición a la intemperie. Las piezas (ladrillos o bloques), además de ser cara vista, deben reunir las características apropiadas para su situación al exterior en relación a la absorción, succión, expansión por humedad, resistencia a la helada, etc.

Las juntas deben ser de morteros compatibles con las piezas para conseguir una buena adherencia, y además para evitar el paso del agua al resto de componentes, es recomendable la disposición por su cara interior de un enfoscado de mortero con aditivos hidrofugantes.

La cámara de aire supone una barrera frente a la entrada de agua del exterior, y si además es ventilada, favorece la difusión de vapor de agua que atraviesa la fachada. Para ello se disponen unas aberturas de ventilación en el exterior. La cámara ventilada debe quedar siempre por el lado exterior del aislante. El espesor de la cámara suele estar comprendido entre 3 y 10 cm.

Para evitar la entrada de agua hacia el interior, en zonas con alta pluviometría se dispone en la cámara un sistema de recogida y evacuación del agua hacia el exterior.

La mejora del aislamiento térmico en la vivienda es una de las medidas que tiene un mayor impacto en el ahorro energético, y de las más sencillas de llevar a cabo en viviendas de nueva construcción. Una vivienda mal aislada térmicamente tendrá como consecuencia una mayor demanda de los sistemas de climatización y refrigeración.

La información detallada se encuentra en el apartado de «Ahorro de energía».

 HOJA INTERIOR

La función de la hoja interior es proteger el aislante térmico y servir de soporte, en su caso, al revestimiento interior.

Esta hoja suele estar constituida por:

• tabiques de ladrillo cerámico hueco, de 7 o 9 cm de espesor,
• soluciones prefabricadas, como tabiques de placas de yeso laminado con perfilería metálica, mamparas, etc.

REVESTIMIENTO Y ACABADO INTERIOR

La función del revestimiento interior es servir de soporte a los acabados interiores. Sobre las soluciones de hoja interior de ladrillo se suele aplicar un guarnecido y enlucido de yeso, previamente al acabado. En las tabiquerías de placa de yeso laminado se procede a su acabado directamente. Los acabados pueden ser productos aplicados en húmedo (como pinturas), revestimientos de piezas (alicatados cerámicos, piezas de piedra natural, etc.), o revestimientos decorativos continuos.

La información detallada se encuentra en el apartado de «Particiones y Revestimientos interiores».