Generalidades – Baño y aseo

Se entiende por baño la dependencia de la vivienda destinada a la higiene personal, dotado como mínimo de inodoro, lavabo y ducha o bañera. Si es un recinto que cuenta con inodoro y lavabo, se denomina aseo. Todas las viviendas deben disponer de baño. Las viviendas de tres o más dormitorios contarán además con un aseo.
La normativa no establece la obligación, para los baños y aseos, de disponer de huecos acristalados al exterior para su iluminación. Sin embargo, es recomendable que exista iluminación natural en estos recintos, pues de esta forma se reducirá el consumo de la iluminación artificial, con el consecuente ahorro energético. En ese caso, el hueco puede recaer al exterior o a patios de diámetro mínimo 2 m en viviendas plurifamiliares o 1,5 m en viviendas unifamiliares, y diámetro 0,15 x H, siendo H la altura del patio.
En términos de seguridad, frente al riesgo de impacto y aprisionamiento, las partes vidriadas de puertas y de cerramientos de duchas y bañeras estarán constituidas por elementos laminados o templados. Frente al riesgo de aprisionamiento, si la puerta del baño o aseo cuenta con un dispositivo para su bloqueo (cierre, pestillo, etc.), éste debe disponer de un sistema de desbloqueo desde el exterior. Por seguridad eléctrica, la reglamentación establece diferentes volúmenes de protección en torno a la bañera y ducha en los cuales está prohibida la instalación de determinados cableados, mecanismos y otros aparatos fijos.

Revestimientos

Como partes integrantes de los baños, se incluyen los revestimientos, los espacios, los aparatos sanitarios, la fontanería, el equipamiento eléctrico, el equipamiento de ventilación y el equipamiento anti aprisionamiento. La durabilidad y mantenimiento del equipamiento de baños y aseos, incluidos los revestimientos, es un aspecto más a considerar en su elección.
Revestimientos

Para garantizar las condiciones de salubridad y una adecuada durabilidad de los revestimientos, las características fundamentales son:

  • Los baños y aseos, debido a que son recintos húmedos, deben ir revestidos con material lavable e impermeable hasta una altura mínima de 2,00 m.
  • Es recomendable el uso de colores claros en paredes y techo para un mejor aprovechamiento de la iluminación.

Los revestimientos más habituales en aseos y baños son los revestimientos discontinuos (baldosas, azulejos) cerámicos y pétreos.

En el caso de alicatados cerámicos en paramentos, es aconsejable que tengan acabado esmaltado, tal como los azulejos, el gres esmaltado, etc… Las baldosas cerámicas de suelos también deben tener una baja absorción de agua; por ejemplo, las baldosas de barro cocido pueden necesitar un tratamiento superficial para aportar resistencia a las manchas, a productos de limpieza e impermeabilidad.

Las piezas de piedra utilizadas en acabados de recintos húmedos han de tener una absorción de agua inferior al 0,5 % y el material debe ser resistente a agresiones químicas y manchas, tales como los materiales silíceos. En el resto de materiales es conveniente aplicar tratamientos de superficie que les confieran estas propiedades; por ejemplo el pulido reduce la porosidad de la piedra y proporciona mayor resistencia al ataque de agentes externos.

En los revestimientos discontinuos es importante el correcto rejuntado, ya que su buen estado evita la penetración del agua. En relación a los productos de rejuntado son más adecuados los de resinas reactivas por su resistencia a la abrasión, a los productos químicos y a la humedad.

Para aumentar la durabilidad y adherencia de la pintura en zonas húmedas, hay que considerar que las bacterias y hongos causados por la humedad actúan particularmente en pinturas diluibles con agua; por el contrario, esto no se produce en pinturas líquidas de base solvente orgánico. No obstante, con respecto a la calidad de aire, las pinturas de base acuosa emiten menos contaminantes que estas últimas.

Finalmente, existe una variada gama de revestimientos decorativos continuos de paramentos, tales como los papeles pintados vinílicos, siendo importante que sean lavables y que el adhesivo con el que se sujeten al paramento sea imputrescible e inalterable al agua. Asimismo, hay gran variedad de materiales flexibles para suelos, pero no es conveniente colocar pavimentos de moqueta, linóleo o PVC en locales húmedos, ni pavimentos de goma en locales donde se manejen aceites y grasas.