Confort acústico – Edificio

El confort acústico de una vivienda es un aspecto esencial de la calidad de vida de sus usuarios. El ruido es percibido como una de las molestias más importantes, ya que perjudica en algunos aspectos de la salud como el sueño, el estrés, la falta de concentración, etc.
Aunque el usuario, con frecuencia, se ha acostumbrado a convivir con el ruido (vecinos, tráfico, etc.) es técnicamente viable mejorar la calidad acústica de los edificios. Ésta mejora es más fácil en las viviendas de nueva construcción, pero tiene mayor dificultad en las viviendas existentes.
Con la aprobación de la última normativa acústica (CTE-2009), las viviendas de nueva construcción han mejorado notablemente sus condiciones gracias a que:
  • Se han elevado los niveles de aislamiento acústico exigidos, en respuesta a una demanda social generalizada, adecuándolos a la media europea.
  • Se contemplan adecuadamente los mecanismos de transmisión acústica entre recintos, incluida la transmisión de ruido por flancos, superando así las deficiencias de la normativa anterior.
Las soluciones que exige el CTE, son poco habituales en la edificación anterior a esta normativa. El aumento de las exigencias supone utilizar soluciones de mayor aislamiento acústico, es decir, mayor espesor, mayor masa o el empleo de tecnologías poco frecuentes hasta ahora, como es el uso de bandas elásticas.
Soluciones utilizadas comúnmente como elementos de separación entre viviendas, como por ejemplo un muro de medio pie de ladrillo perforado o de bloque de hormigón de 20 cm, no son válidas si no se dispone de un trasdosado por ambas caras.
El confort acústico está determinado por dos factores: el nivel sonoro en el ambiente, y la calidad acústica de sus elementos constructivos.
Nivel sonoro en el ambiente

El ruido percibido en la vivienda proviene de diferentes fuentes de ruido:

  • Ruido procedente del exterior del edificio, causado por el tráfico, los peatones, la actividad, etc.
  • Ruido generado en recintos contiguos a la vivienda, causados por la voz, televisión, radio, etc., de los vecinos.
  • Ruido de impacto generado por los choques/golpes en los suelos.
  • Ruido producido por instalaciones y equipamientos (ascensores, climatización, etc.).

Los ruidos que proceden de la vecindad son difíciles de predecir, pero el ruido procedente del exterior del edificio sí puede conocerse de antemano, en función de la ubicación de la vivienda.

La zona de ruido en la que se sitúa el edificio, influye de forma determinante en el confort acústico en el interior de la vivienda. La administración tiene la obligación de elaborar mapas de ruido en áreas densamente pobladas. En dichos mapas se grafían las diferentes zonas de ruido en función del nivel sonoro existente. Los usuarios pueden consultar estos mapas a la hora de elegir una vivienda.

La normativa obligatoria (CTE) exige un aislamiento acústico diferente a las fachadas (incluidos los huecos) y las cubiertas, en función de la zona de ruido en la que se ubica el edificio y del tipo de recinto. La exigencia de aislamiento será mayor cuanto mayor sea el nivel de ruido exterior.

Por ejemplo, en una misma ciudad como Valencia, según la intensidad de tráfico, podemos encontrar avenidas con alto nivel de ruido (> 75 dBA) donde las fachadas de los dormitorios precisan de un alto aislamiento acústico (47 dBA como mínimo), y otras calles con menor tránsito, con nivel de ruido inferior a 60 dBA, donde las fachadas, pueden tener un aislamiento mucho menor (30 dBA).

Calidad acústica de los elementos constructivos

La normativa obligatoria (CTE) exige un aislamiento acústico mínimo en los recintos de la vivienda, que depende tanto del tipo de recinto (dormitorio, baño, etc.), como de la fuente de ruido (exterior, instalaciones, otras viviendas, etc.).

Este aislamiento acústico no sólo depende del tipo de elemento constructivo que separa dos recintos (tabique), sino también depende de los encuentros con el resto de elementos (suelo, fachada, techo, etc.), ya que la transmisión de ruido entre dos recintos (o desde el exterior) se produce por dos vías:

  • Vía directa: a través del elemento constructivo de separación (tabique).
  • Vía indirecta o de flancos: debido a las vibraciones de los elementos conectados al elemento de separación principal.

Por tanto, los elementos constructivos que conforman cada recinto de un edificio(particiones, fachadas, cubiertas, medianerías y suelos) deben tener, en conjunción con los elementos constructivos adyacentes, unas características tales que se cumpla unas exigencias mínimas en:

  • Aislamiento acústico aéreo entre un recinto y el exterior.
  • Aislamiento acústico aéreo entre recintos.
  • Aislamiento acústico aéreo en el interior de la vivienda.
  • Aislamiento acústico a ruidos de impacto.
  • Además, se limitan los niveles de ruido y de vibraciones que las instalaciones puedan transmitir a los recintos de las viviendas.

En general, en el CTE, las exigencias de aislamiento acústico se definen mediante magnitudes que expresan el aislamiento acústico in situ, es decir, con la vivienda finalizada, y pueden comprobarse mediante una medición de aislamiento acústico en el edificio terminado.

Instalaciones y equipamientos

El CTE trata el ruido producido por instalaciones y equipamientos de dos maneras, en primer lugar, exige un mayor aislamiento acústico a los elementos de separación (particiones, forjados), que conforman un recinto donde se ubican las instalaciones; y en segundo lugar, limita el ruido y las vibraciones que las instalaciones pueden transmitir a los recintos de la vivienda, ya sea:

  • Especificando la forma de montaje de las instalaciones, incidiendo especialmente en los puntos de anclaje y sujeciones de los equipos y conductos al edificio.
  • Condicionando la elección de equipos y el diseño de las instalaciones. Se trata de limitar la potencia acústica de los equipos, de tal forma que se limita el ruido transmitido a los recintos de la vivienda.

A la hora de elegir una vivienda, es importante comprobar si hay recintos de la misma que colindan con recintos de instalaciones o actividad, como son garajes, ascensores, etc., sobre todo si se trata de dormitorios.