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Ahorro de energía – Fachadas
La normativa, establece las características necesarias para limitar la demanda de energía para alcanzar el bienestar térmico en el interior del edificio y prevenir la aparición de condensaciones, tanto en la superficie interior del cerramiento como en sus componentes. Así, la normativa limita el flujo de calor que atraviesa la fachada, que varía según la severidad del clima en invierno y verano.
Por ejemplo, para un mismo tipo de fachada y aislante térmico (de conductividad térmica igual a 0,038 W/mK), el espesor de aislante necesario en Morella (40 mm) es mayor que el necesario en Valencia (30 mm), ya que Morella presenta inviernos más severos.
Además, es recomendable tener en cuenta el color de acabado de la fachada. En climas cálidos, para reducir al mínimo la absorción solar, es aconsejable que las fachadas más soleadas (al sur, este y oeste) y las cubiertas sean de color claro. Esto ayuda a reducir la demanda de refrigeración en verano ya que los colores claros absorben menos energía que los oscuros.
Aislamiento térmico
Para el ahorro de energía es fundamental que la fachada ofrezca un buen aislamiento, lo que equivale a que su transmitancia térmica (U) no sea elevada. El componente que más eficacia presenta para disminuir el valor de la transmitancia de la fachada es el aislante térmico, siendo determinante su conductividad y espesor. Así, cuanto menor sea la conductividad y mayor el espesor del aislante, menor será su transmitancia térmica y la de la fachada.
La normativa obligatoria, Código Técnico de la Edificación (CTE), establece unos aislamientos mínimos en la envolvente del edificio (muros, cubiertas, particiones, suelos y ventanas), en función de la zona climática en la que se encuentre el edificio.
Mejoras en el aislamiento pueden conllevar hasta un 30% de ahorro de energía en calefacción y aire acondicionado, con el consiguiente ahorro económico. Un aislante térmico de 3 cm tiene la misma capacidad aislante que un muro de piedra de un metro de espesor.
A modo de referencia, suponiendo un aislante de conductividad 0,035 W/mK, podemos ver el espesor mínimo obligatorio de aislante térmico, y el espesor recomendado para conseguir un mayor ahorro energético, según zona climática:
- espesor mínimo obligatorio: 3-5 cm
- espesor recomendado: 5-12 cm
Los puentes térmicos son zonas, donde se producen mayores pérdidas térmicas y sensibles a las condensaciones en épocas frías, por ello es conveniente evitarlos disponiendo aislante en todas las zonas en contacto con el exterior, como cajas de persianas, frentes de forjado, etc. Si la tipología de la fachada lo permite, es recomendable la disposición del aislante de forma continua por el exterior de la hoja principal.
Además, si el aislante puede llegar a estar en contacto con el agua, deberá ser no hidrófilo, de tal forma que en el caso de mojarse no se deteriore ni disminuyan sus propiedades aislantes.
Los tipos de aislantes térmicos más usuales son planchas de poliestireno expandido, poliestireno extruido, espuma de poliuretano, paneles de lana mineral, perlita expandida, etc.
Cámara de aire
Las fachadas ventiladas presentan una mayor eficiencia energética, ya que permiten reducir en la estación cálida la carga de calor del edificio gracias a la reflexión parcial de la radiación solar por parte del revestimiento, a la ventilación del espacio intermedio de aire y a la aplicación del aislante, obteniendo de este modo, una considerable reducción de los costes de acondicionamiento.
Por tanto, es aconsejable mejorar la ventilación de fachadas y cubiertas en zonas climáticas con veranos severos y en las orientaciones de máximo soleamiento.