Calidad del aire – Ventanas
En la vivienda, se deben disponer huecos con partes practicables que permitan la ventilación natural de los distintos espacios: comedor, sala de estar, cocina, dormitorios, etc.
La aireación natural de los recintos, forma parte de las costumbres esenciales para eliminar los contaminantes, olores, o exceso de humedad. La apertura de ventanas y puertas durante 5 a 15 minutos, con la calefacción apagada, renueva el aire rápidamente y no causa grandes pérdidas de calor en el interior de la vivienda.
Al igual que en el caso de iluminación natural, los espacios de circulación, almacenamiento e higiene personal, pueden no disponer de ventilación a través de huecos exteriores. No obstante, en el caso de que sea viable, es recomendable su disposición también en estos espacios de la vivienda.
Además, es recomendable favorecer la ventilación cruzada en el interior de la vivienda. Esto se produce entre huecos situados en fachadas de orientaciones opuestas, o entre huecos en diferentes alturas dentro de la misma estancia o en plantas diferentes, siendo mayor la ventilación si la salida del aire se produce por la cubierta.
Es importante la orientación de las ventanas y los sistemas de admisión de aire exterior para que no recojan vientos dominantes contaminados, y permitan una buena renovación del aire interior; por tanto, estos elementos no deberán orientarse hacia lugares que pudieran estar contaminados por gases de combustión, vapores de torres de refrigeración, aire procedente de la ventilación de residuos u otros contaminantes.
Aunque la apertura de las ventanas o puertas permite la renovación del aire de los recintos en unos minutos, con este tipo de ventilación no se controla la cantidad de aire necesaria para una renovación continua y eficaz. Un sistema de ventilación específico tiene la ventaja de renovar el aire de forma continua.
Más información en el apartado “Instalación de Ventilación”.